Máquinas expendedoras

Las posibilidades de uso de las máquinas automáticas se han diversificado y, con la creciente mecanización, cabe esperar muchas más innovaciones. Las máquinas expendedoras, por ejemplo, ya no se utilizan únicamente para vender cosas, sino que también sirven como superficies publicitarias y pueden recopilar datos de los usuarios para su monitorización. Hace tiempo que forman parte de la vida cotidiana y, en la mayoría de los casos, pasan desapercibidas a simple vista. Sobre todo cuando funcionan de forma fiable y sin problemas. Cojinetes y engranajes en cajero automáticos, estanterías extraíbles con guías lineales, actuadores lineales que mueven escáneres o dispensadores de productos, cadenas portacables para el guiado de cables… Todos estos componentes deben cumplir unos requisitos muy exigentes, no solo en cuanto a su rendimiento, sino también en términos de diseño, y suelen estar en uso las 24 horas del día. Los polímeros de alto rendimiento y sin necesidad de mantenimiento de igus garantizan que las máquinas expendedoras, de las que se espera que funcionen de forma autónoma, no dependan permanentemente de la asistencia de mantenimiento de los seres humanos.